Gracias por su compra y buena suerte

Desde hace unos años en Chihuahua está prohibido que los comercios entreguen bolsas de plástico.

La ley llegó como llegan todas las leyes: sin manual, sin mucha lógica, y con más gritos que acuerdos.

AlSuper hizo lo que hacen las marcas que tienen alma de anfitrión:

Inventaron mil formas de ayudarte. Que si las bolsas de manta, que si las cajas recicladas, que si una versión biodegradable que medio se rompía a medio camino pero al menos era algo.

Se notaba el esfuerzo. Se notaba que les importabas tú.

Y luego está OXXO.

Que básicamente dijo:

—Ya no damos bolsas.

Punto.

Ni un aviso con tiempo.

Ni una opción para comprar.

Ni un “te ayudo a abrir la puerta mientras cargas el litro de leche, las 3 Topochicos y la carne seca que decidiste llevar de último momento”.

Todo mientras la cajera mira sin decir nada.

Y uno ahí, como malabarista en crucero, intentando no dejar caer la dignidad.

Y miren que no vengo a quejarme del daño ambiental de las bolsas.

Vengo a hablar de cómo se nota —y se siente— cuando una marca está construida desde la empatía o desde la flojera.

Porque hay decisiones que no dependen de ti.

Pero cómo reaccionas ante ellas, eso sí.

Eso te define.

Eso revela si ves a tu cliente como un gasto o como un invitado.

Hay marcas que, frente a una crisis, buscan soluciones.

Y hay otras que, secretamente, la celebran porque les da permiso de quitar lo que ya no querían dar.

Septiempre 1, 2025

Deja de buscar fórmulas mágicas y aprende a diferenciarte de forma estratégica, yo te enseño como.

Nazho Medina