La tele de 70 pulgadas y el verdadero tamaño de la dignidad.

El fin de semana vi la escena repetida en varios Walmart: gente empujando carritos con teles de 70 pulgadas que costaban menos que una comida en familia.

$547 pesos por una pantalla que normalmente vale varios miles más.

Clientes sonrientes que al llegar a la salida se topaban con guardias bloqueando el paso, gritos, policías, gente transmitiendo en vivo el momento exacto en que el sueño del cine en casa se convertía en un episodio de “La Rosa de Guadalupe”.

¿Tiene derecho el cliente porque “así estaba la promoción”, o la tienda porque “fue un error evidente”?

Todos amamos una ganga, pero seamos honestos: si compras una tele de 70 pulgadas en lo que cuesta una pizza familiar, sabes que no es promoción, es un error humano. Y exigir que te lo respeten no es defender tus derechos, es aprovecharte de la desgracia de alguien que metió mal un dígito y que tal vez pierda su trabajo.

Como marca, un error de precio no es solo un “oops”: es credibilidad tirada al piso, gente desconfiando de tu señalización, videos virales de clientes peleando en tu pasillo. Como consumidor, aferrarse a algo evidentemente desproporcionado es perder de vista la ética.

El cliente no siempre tiene la razón.

Y a veces la dignidad cuesta más que $547 pesos.

Septiempre 25, 2025

Deja de buscar fórmulas mágicas y aprende a diferenciarte de forma estratégica, yo te enseño como.

Nazho Medina